Terapia craneosacral - Autoaplicación

von: Gert Groot Landeweer

Paidotribo S.L., 2013

ISBN: 9788499104829 , 96 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: frei

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Preis: 8,99 EUR

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Terapia craneosacral - Autoaplicación


 

Bases de la terapia craneosacral según Upledger

La terapia craneosacral es inseparable del nombre Upledger. Esta forma de terapia fue desarrollada en la década de 1970 por el Dr. John Edwin Upledger, médico osteópata y cirujano, quien la describió en 1983 en su obra general CranioSacral Therapy, que también salió publicada en alemán con el título Lehrbuch der Cranio-Sacralen Therapie.

El objetivo de Upledger es ayudar al paciente en su proceso de curación a través de un concepto de tratamiento basado en un suave y cuidadoso trabajo manual. Esto es posible gracias a una forma de tacto especial que pretende sentir y tratar las restricciones de movimiento y los endurecimientos o adherencias del cuerpo. Su exitoso concepto de terapia craneosacral ha sido copiado y modificado por diferentes competidores; para evitar posibles confusiones, ha sido necesario añadir el nombre del creador del método a la terapia original. Actualmente, la “terapia craneosacral según Upledger” es una marca registrada y legalmente protegida. Ya existen muchos terapeutas, entre los cuales encontramos médicos, terapeutas manuales y fisioterapeutas, que aplican con éxito las técnicas de la terapia craneosacral de Upledger para tratar diferentes cuadros patológicos en pacientes.

La terapia craneosacral puede ser descrita como un método manual suave y sensible a través del cual se puede explorar el sistema craneosacro del cuerpo y mejorar su función. Este sistema corporal está constituido por el líquido cefalorraquídeo y por muchas membranas que envuelven y protegen el encéfalo y la médula espinal, y que se encuentran en el interior del cráneo y en el canal vertebral hasta llegar al sacro y el cóccix. Mediante un suave contacto, en el que generalmente no se ejerce una presión superior a 5 gramos, se eliminan las limitaciones del sistema craneosacro. El método de tratamiento considera la capacidad y las posibilidades de autocorrección y los mecanismos de autocuración del cuerpo –la “sabiduría interior” (ver págs. 93 y ss.). Los mecanismos optimizan la función del sistema nervioso y del sistema hormonal, y minimizan los efectos físicos y emocionales nocivos para la salud que causa el estrés, de modo que fortalecen el sistema inmunitario y con ello la salud.

Historia y desarrollo

La historia de la terapia craneosacral empezó en el año 1971, cuando el Dr. Upledger asistió a un neurocirujano amigo en una operación. Upledger, abierto a nuevos desarrollos en el ámbito médico, observó una actividad pulsátil en las membranas que rodean la médula espinal. Ninguna de las personas presentes en la sala de operaciones las había observado nunca, y tampoco nadie tenía una explicación para este fenómeno. Esta imagen de la actividad pulsátil acompañó a Upledger hasta que, unos meses más tarde, encontró una explicación para ello en un anuncio de formación continua: allí explicaban que los huesos del cráneo se movían de forma rítmica. Upledger participó en la formación y experimentó cómo se movían los huesos del cráneo y cómo podía mejorar su movilidad. Aprendió además a confiar en lo que sentía bajo sus manos, aunque ello no se correspondiera con los conceptos médicos convencionales. Sintió como se movía el cráneo, e imaginó que se trataba de un sistema de líquidos. Tras la formación, Upledger y su amigo cirujano decidieron aplicar las técnicas aprendidas a pacientes con diferentes síntomas. Los resultados fueron sorprendentes: había nacido la terapia craneosacral.

Creación de un nuevo modelo

En 1975, el Dr. Upledger asumió el cargo de director clínico científico en el Departamento de Biomecánica de la Universidad Estatal de Michigan. Dicha universidad acababa de crear un proyecto para investigar la movilidad de los huesos del cráneo y su importancia en el tratamiento de pacientes. El objetivo de este proyecto era probar científicamente que las suturas craneales, contrariamente a lo que se supone de forma general, son móviles. A través de los nervios que se encuentran en estas suturas, parece ser que se conducen informaciones sobre las fuerzas actuantes hacia el cerebro que posiblemente controlan y regulan la producción de líquido cefalorraquídeo.

Basándose en esta constatación, Upledger desarrolló un nuevo modelo para explicar la actividad rítmica en las meninges espinales que ya había observado él mismo en 1971: “el modelo de equilibración de presiones”. En él se considera el sistema craneosacro como un sistema líquido semicerrado en el que los nervios existentes en las suturas craneales controlan la velocidad con la que se produce el líquido cefalorraquídeo. En contraposición, el drenaje de líquido tiene lugar ininterrumpidamente. Upledger supuso que la producción de líquido es mucho más rápida que su drenaje. De esta forma, en el líquido cefalorraquídeo se produce una fluctuación rítmica de la presión que causa a su vez las modificaciones rítmicas de las meninges encefálicas y espinales. La estimulación rítmica de las meninges provoca una estimulación rítmica de las partes del córtex cerebral responsables del control muscular. A través de ello se producen pequeños movimientos rítmicos en el conjunto del cuerpo: el ritmo craneosacro.

Otras técnicas de tratamiento

Otros estudios de Upledger confirman la relación existente entre los hallazgos del sistema craneosacro y los síntomas de los pacientes, tanto en niños como en adultos. Además, durante muchos años de investigación Upledger indagó, conjuntamente con su compañero el Dr. Zvi Karni, profesor de Biofísica del Technion Instituts en Haifa, sobre la importancia y los efectos de las energías externas que actúan sobre el cuerpo, como por ejemplo en accidentes, pero también por la existencia de enfermedades. Esto le llevó a desarrollar otras técnicas de tratamiento que tenían por objetivo general hacer desaparecer las energías que habían invadido el cuerpo. Esto se consigue mediante determinadas posiciones corporales, es decir, mediante la disolución de los denominados quistes energéticos (ver pág. 9) a través de la liberación de emociones contenidas, la denominada “liberación somatoemocional”, o mediante la verbalización de imágenes interiores, es decir, el trabajo con “imágenes terapéuticas y diálogos terapéuticos” (ITDT, ver pág. 9). En esta época salió la obra modelo CranioSacral Therapy, y las observaciones iniciales de Upledger fueron confirmadas por la investigación clínica. La terapia craneosacral puede ser aplicada en muchas patologías, y es tan exitosa debido a que mejora la capacidad funcional de los sistemas nervioso y hormonal.

El Dr. Upledger abandonó la universidad en 1983 con el objetivo de poder poner en práctica sus ideas en un centro de salud de medicina integral. Aunque también aplicó otras técnicas de tratamiento, el método desarrollado por él mismo era el punto central de sus tratamientos. En 1985 fundó el Upledger Institute con el centro de afectados de lesiones medulares y encefálicas en Palm Beach, Florida, y en 1987 la Fundación Upledger. Esta última tiene por objetivo ayudar a los enfermos mediante la terapia craneosacral sin ánimo de lucro. Las profesoras y profesores formados por el Dr. Upledger dan a su vez formación en un círculo que es cada vez mayor.

El Dr. John Edwin Upledger, desarrollador de la terapia craneosacral y fundador del Instituto Upledger, Inc. y la Fundación Upledger.

En el año 2010 ya había 103 países y más de 90.000 terapeutas que utilizaban las técnicas básicas de la terapia craneosacral de Upledger. Más de la mitad de ellos han aprendido también técnicas de tratamiento más profundas.

Los principios de Upledger

El Dr. Upledger está plenamente convencido de que todos los organismos vivos de la naturaleza están equipados con refinados mecanismos de supervivencia. Gracias a estos mecanismos son capaces de resistir en un entorno que plantea continuamente nuevas exigencias debido al constante cambio de sus condiciones. Los más efectivos de estos mecanismos son innatos. Si la capacidad de adaptación de un individuo presenta deficiencias, el organismo deberá buscar una forma de colaborar con dichos procesos de adaptación innatos, con tal de que funcionen de nuevo y mejor. Una vez mejorada de esta forma la capacidad funcional del organismo enfermo, el cuerpo se aproximará más a su completa curación. Con su método,...